Obra de gran belleza realizada por Álvarez Duarte en el año 1972

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María Santísima de la Concepción es una escultura de candelero para vestir con cuerpo ligeramente atomizado y candelero con base avalada, tallada en madera, que en la época, era la mejor que se podía encontrar: Pino Flandes. Mide aproximádamente 1,65 ctmos, con cabeza completamente tallada al igual que el pelo, con su raya en medio y que termina recogido por detrás con un gracioso moño bajo. los brazos son articulados para facilitar el vestir de la imagen.

 

Ojos oscuros, muy expresivos, policromados sobre la madera, cejas pulcramente trabajadas, ligera y suavemente arqueadas y dibujadas pelo a pelo, y su boca ligeramente entreabierta deja ver la talla perfecta de sus dientes atisbándose su lengua. Todo ello con una policromía realizada a base de veladuras de un tono ligeramente moreno y terminada con una suave pátina, llevando sobre su rostro tres lágrimas, dos en su mejilla derecha y una en la izquierda. Su cabeza y rostro está ligeramente inclinado hacia su derecha, dando todo este conjunto el resultado de una Imagen prodigiosa con un dolor aún contenido, empezando a sufrir pero serena y reposadamente.

 

Sus manos están entreabiertas y son de gran finura y delizadeza, con una muy buena anatomía así como policromía. Detalles dignos de mencionar son que toda la hechura de la Santísima Virgen fue llevada a cabo por su imaginero. Tal era la importancia que tenía la obra en aquel momento para él que en la actualidad sigue manteniendo desde los ensambles hasta el candelero, pasando por las pestañas y lágrimas que él mismo fabricó y trabajó con sumo cariño y esmero.